miércoles, 26 de septiembre de 2012

LA PERICORONARITIS: QUE ES Y COMO SE TRATA

La pericoronaritis es un proceso infeccioso agudo que se observa en pacientes jóvenes, entre la segunda y tercera década de la vida por erupción de cualquier diente, fundamentalmente en los terceros molares. Durante la erupción de los dientes, la superficie oclusal se encuentra cubierta por una porción de tejido gingival, que se conoce como capuchón pericoronario u opérculo. El cual puede persistir después de terminar el proceso eruptivo y permanecer asintomático a pesar de que es un área con alto potencial de infección, frecuentemente traumatizada por los dientes antagonistas. Su morfología, a manera de tapa, cubre parcialmente la cripta dentaria, dificultando la higiene bucal local y favoreciendo la proliferación de microorganismos y acumulación de irritantes. Habitualmente, en estos casos el paciente presenta dolor homolateral, el cual puede irradiar hacia el oído y limitación de la apertura bucal. Existen algunas razones para que la pericoronaritis afecte con mayor frecuencia a los terceros molares inferiores entre los que encontramos: 1. Embriológicas: los 2os. y 3os. molares definitivos carecen de un brote propio a partir de la lámina dentaria y se forman a partir de una yema desde los primeros molares que debe describir un trayecto curvo hacia distal y oclusal. 2. Crecimiento mandibular : el 3er molar inferior se ubica en una zona en donde las líneas del crecimiento óseo van en distintas direcciones de manera que la rama mandibular crece vertical hacia arriba y el cuerpo, horizontal y hacia adelante, transformándose el ángulo goníaco de obstuso en los niños a ángulo recto en los adultos, por lo cual es frecuente que la corona del 3er. molar se ubique hacia mesial y las raíces hacia distal o dislacerándose 3. Factor anatómico: a causa del uso de los alimentos refinados aparentemente el tamaño de la mandíbula ha sufrido una disminución no así el diámetro mesio-distal de las piezas dentarias por lo que cuando el 3er. molar debe aparecer en boca no hay espacio entre la cara distal del 2o. molar y el borde anterior de la rama. 4. El 3er. Molar aparece en boca alrededor de los 18 años por lo que debe evolucionar en un hueso ya con su desarrollo completo que dificulta su erupción. 5. Factor hereditario, ya que el tamaño y la forma de los huesos maxilares y de los dientes está determinado genéticamente. 6. Enfermedades como la disostosis cleidocraneal determinan mal desarrollo óseo y por ende de los maxilares, lo mismo algunas enfermedades endocrinas como el hipoparatiroidismo y el raquitismo, y es frecuente en ellas observar dientes incluídos. TRATAMIENTO En el manejo de las pericoronaritis debemos considerar un tratamiento sistémico especialmente en el cuadro agudo que se refiere al uso de antimicrobianos como las Penicilinas más una isosaxonil penicilina, y medidas que tiendan a compensar el estado febril y el dolor por lo cual se indicarán analgésicos, antiinflamatorios, hidratación según sea la magnitud del compromiso del estado general. Además deben instaurarse algunas medidas locales como el alivio del capuchón pericoronario si éste está siendo traumatizado por la oclusión del diente antagonista por lo que deben desgastarse las cúspides del antagonista o incluso debe extraerse el antagonista en caso de 3os. Molares que así lo ameriten. Como entre el capuchón pericoronario y la cara oclusal de la pieza afectada se forma una cavidad que no tiene autoclisis se debe irrigar ese espacio con agua oxigenada diluida con soluciones desinfectantes o incluso suero. Posteriormente debe solicitarse el estudio radiográfico de la pieza afectada, evaluar su posición, dirección. El diagnóstico de la pericoronaritis aguda es eminentemente clínico y debe detectarse si es pericoronaritis sola o con complicaciones y hacerse diagnóstico diferencial con pulpalgias, periodontalgias o complicaciones de gangrena pulpar. Y determinar si es conveniente esperar a que continúe su erupción o si por su dirección, la falta de espacio disponible, el apiñamiento de otras piezas dentarias hacen aconsejable su extracción una vez que se ha subsanado el cuadro agudo.

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